Leyendas Panameñas

  Leyendas Panameñas 

Con el pasar del tiempo hemos podido aprender algunas leyendas, mitos y cuentos de nuestros ancestros, las cuales muchas veces nos divertían y otras causaban temor, este blog está dedicado a mantener vivas esas hermosas leyendas que merecen permanecer de generación en generación. Las leyendas Panameñas suelen  recuperar sucesos increíbles que los siglos no lograron enterrar.
Con el pasar del tiempo hemos podido aprender algunas leyendas, mitos y cuentos de nuestros ancestros, las cuales muchas veces nos divertían y otras causaban temor, este blog está dedicado a mantener vivas esas hermosas leyendas que merecen permanecer de generación en generación. Las leyendas Panameñas suelen  recuperar sucesos increíbles que los siglos no lograron enterrar.

Pudiera pensarse que, algunas leyendas abundan las imprevisibles y patrañas; pero muchas de ellas fueron inspiradas por situaciones que tu tuvieron fundamentos reales.

Espero se divierta y sea de su completo agrado



La Silampa 

Había llegado desde tierras lejanas al Nuevo Mundo su padre formaba parte de los conquistadores. Cuando la extranjera pisó el territorio panameño quedó embelesada. Se maravilló mucho con los paisajes naturales y la cultura primitiva. Jamás imaginó que, en esos lares encontraría, a quien poco después le robaría el corazón. Fue un guerrero autóctono el que logró arrobar a la doncella. Ella sabía que aquella relación era prohibida y debía huir para hacer realidad su amor. Decidieron escapar hacia otros rumbos, sin sospechar que algo malo se avecinaba. Cuando intentaban fugarse, varios uniformados les cortaron el paso y los acorralaron. Las ilusiones de la chica se desvanecieron al descubrir la cara de su papá. Vio en aquel rostro rabia y decepción; supo entonces que no iba a perdonarle la deshonra. Lo confirmó, cuando él mismo dio la orden de acabar con ellos. Solo un milagro podría salvarlos del cruel destino. Su amado enfrentó a la tropa; pero no consiguió mermarla. La joven comprendió que sería imposible vencerlos pues eran demasiados. Invocó a las fuerzas oscuras para que les ayudaran. Las energías malignas escucharon el conjuro y acudieron al llamado. Luego, el indígena se abalanzó y empezó a luchar con fiereza. Los soldados iban extinguiéndose por la furia de aquel ser endemoniado. Sin embargo, el jefe de ellos fue más astuto ya que logró ensartar a su odiado enemigo. Enseguida, el espíritu de la noche abandonó el cuerpo del moribundo para apoderarse de la muchacha; esta se transformó en algo abominable. La espantosa figura atrapó al malvado hombre y lo devoró hasta reducirlo a puros huesos. Desde aquella vez La Silampa acecha en los parajes solitarios. Es una silueta espectral que aborrece las injusticias y persigue a los mujeriegos. Si tus malos comportamientos te conducen hacia ella, despídete de este mundo.





 La Tulivieja

En Panamá se le conoce con varios nombres: la Tulivieja, muy popular en las provincias centrales, y la Tepesa, oriunda de las comarcas indígenas y muy popular en las tierras de las provincias de Los Santos, Veraguas y Chiriquí. Tanto la Tulivieja como la Tepesa son espantosas y aparecen de noche cerca de los ríos y quebradas buscando a su hijo perdido.
Según la tradición, la Tulivieja era una hermosa y joven mujer. Tenía fama de ser muy parrandera y no se perdía ninguna fiesta que se celebraba en su pueblo. Al dar a luz a su primer hijo, su marido le prohibió que siguiera yendo a las fiestas y le ordenó que se quedará en casa cuidando al bebé. En una ocasión, aprovechando que el esposo estaba en un viaje de negocios, la chica decidió acudir a un baile con su hijo en brazos.
Para evitar que el hijo le estorbara, lo abandonó camino a la fiesta. Lo colocó debajo de un palo de mango que estaba a orillas de un río, pues pensaba volver a buscarlo después del baile. Esa noche, una fuerte tormenta azotó el pueblo y arrastró a su hijo por el río. Cuando ella regresó a buscarlo, ya no lo encontró y comenzó a llorar, arrepentida por el grave error que había cometido. Dios la castigó por su irresponsabilidad y la transformó en un ser horripilante con agujeros en su cara y cabellos largos hasta los pies. Sus pies se le viraron y se transformaron en patas de gallina. Desde entonces anda vagando por la eternidad buscando a ese hijo perdido.
Se le describe como ”un monstruo horrendo que tiene la cara como un colador lleno de huecos y de eso huecos le salen pelos cerdosos y larguísimos. En lugar de manos tiene garras y sus flacas piernas y pies los tiene invertido, apuntando hacia atrás. Condenada a buscar a su hijo por toda la eternidad, va gritando por los ríos buscando a un niño que jamás encontrara. Se dice que aveces recobra su antigua forma, en las noches de luna llena, se baña en el los rios , radiante como un sol, pero el más ligero ruido conviértase nuevamente en el monstruo que es , para continuar su búsqueda”.




Infografia 

https://www.leyendadeterror.top/leyendas/leyendas-latinoamericanas/leyenda-de-la-silampa/

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Leyendas_de_Panam%C3%A1

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